miércoles, 23 de junio de 2010

Shelley y Ozymandias


--> Percy B. Shelley en el cuadro de Severy Los baños de Caracalla

-->
Percy B. Shelley fue una de las figuras más relevantes del romanticismo inglés (1792-1922). A pesar de morir joven, nos dejó un legado de gran calibre. Sobre todo, representa ese movimiento que envolvió gran parte del Siglo XIX que mencioné anteriormente. La evocación de pasajes perdidos, vestigios, ruinas que despiertan bajo los mármoles caídos, una serie de pueblos e imperios míticos, cuyo hilo de voz vuelve a coger fuerza a través de personajes como Shelley.

-->
Percy jamás visitó Egipto, pero no le hizo falta para componer unos versos dedicados a la figura de Ozymandias, nombre con el que se conocía a Ramsés II. Así vemos que dicho monarca aparece mencionado en Herodoto y Estrabón, concretamente en coalición con los Colosos de Mennon, pues historiador y geógrafo de la antigüedad decían que entre ambas, había una figura aún mayor, la del Gran Ozymandias.









Grabado de David Roberts en su viaje entre 1838-1839: "
Las colosales estatuas en el llano de Tebas durante la inundación del Nilo".









Tras esta ilustración realizada por David Roberts, podemos poner sobre la mesa un testimonio de gran riqueza, pues dichos colosos ya no reinan el llano de Tebas. Nos dice Vivant Denon en su Voyage. 1802 “Sobre la pierna de la otra figura puede verse, en caracteres griegos, los nombres de los ilustres viajeros llegados al pasado a escuchar el canto del coloso Memnón. Podemos comprobar aquí la influencia que la celebridad ejerce sobre la mente de los hombres ya que, cuando el gobierno del antiguo Egipto y el celo de los sacerdotes levantó la prohibición de que los extranjeros tocasen los monumentos, el amor hacia las maravillas mantuvo su poder sobre las mentes de quienes visitaron estas estatuas”
La fuente de inspiración de Shelley fueron las piernas de una estatua perteneciente a Ramsés II, albergada en el Museo Británico de Londres. Tras ellas, se dejó llevar por su imaginación y lecturas, para esgrimir estos versos que ahora contempláis:

OZYMANDIAS REY DE EGIPTO (VERSIÓN EN CASTELLANO):
A un viajero vi, de tierras remotas.
Me dijo: hay dos piernas en el desierto,
De piedra y sin tronco. A su lado cierto
Rostro en la arena yace: la faz rota,
Sus labios, su frío gesto tirano,
Nos dicen que el escultor ha podido
Salvar la pasión, que ha sobrevivido
Al que pudo tallarlo con su mano.
Algo ha sido escrito en el pedestal:
«Soy Ozymandias, el gran rey. ¡Mirad
Mi obra, poderosos! ¡Desesperad!:
La ruina es de un naufragio colosal.
A su lado, infinita y legendaria
Sólo queda la arena solitaria».
( Trad. Fernando G. Toledo)

El funeral de Shelley, por Louis Edourad Fournier 1899.

3 comentarios:

  1. Mira que habré estudiado Egipto, sus reyes, sus templos, su vida...pero esto es algo nuevo y desconocido para mi. Pero me sorprende para bien, no sabía que la historiografía guardase unos recuerdos tan vívidos de la cultura faraónica. Tienes mucho que enseñarme tu también ;)

    ResponderEliminar
  2. Estimado: me gustaría que atribuyeras la autoría a esa traducción, que es mía.
    http://razonatea.blogspot.com.ar/2008/11/ozymandias.html

    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estimado Fernando,
      Acabo de revisar el blog y he leído tu comentario. No entiendo por qué no me apareció notificación ninguna en su momento. Mis disculpas por no poner la fuente, la verdad es que es que no recuerdo de dónde saqué la traducción y es un error por supuesto no ponerlo. Siento la demora, pero tengo el blog abandonado últimamente.
      Un saludo,
      Javier.

      Eliminar