jueves, 26 de abril de 2012

España, ese país para tontos

Definitivamente nuestro país no tiene solución, es un caso único de "garrulismo" de garrafón con ciertos toques de orgullo "patrioteril" que proyecta más al individuo al desconocimiento completo de las ventanas culturales que se abren al paso de la senda de la vida. Pensaba yo,- ¡Ah iluso de mí!- que por la vertiente del libro y sus fastos, con sugerencias de lógica constante, podríamos despertar las conciencias malsonantes, pero me equivoqué no obstante en tal delirio brillante.

No ocuparé muchos párrafos, pues a estas alturas ya ni lo merece debido a lo inútil que todo esfuerzo resulta en los días grisáceos que pintan el cielo, fiel reflejo de un gran número de las gentes que habitan nuestro país mortecino, ilustre Don Gorrino.

Así, las redes sociales fueron envueltas en palabras de cartón y hojalata las noches del martes y el miércoles, tras los sendos partidos disputados por el F. C Barcelona y el Real Madrid ante equipos europeos. Al leer los comentarios de ambos días y ver como el gobierno de nuestro país aprovechaba la atmósfera para introducir medidas deleznables y ver que una gran parte de la ciudadanía española no reaccionaba, me vino a la cabeza el ya habitual pensamiento compartido por unos cuantos de " tenemos lo que nos merecemos" . Por suerte, cada vez son más las voces discrepantes ante la situación descrita, pero queda mucho por hacer.

El problema radica cuando surge el fanatismo, y el fútbol que no debería ser más que un deporte, suscita tantas tensiones entre la ciudadanía, capaz incluso de quitar la vida de aficionados en peleas y batallas campales. El deporte es necesario, un método de evasión, pero el umbral es un fino hilo, el cual gracias al periodismo deportivo y la estrategia política sirve para aborregar a las masas, las cuales, pierden horas metiéndose con el equipo contrario, realizando sátiras baratas, disfrutando y basando su estado de ánimo en lo que ha hecho el equipo rival incluso más que el suyo. No hace falta más que navegar por los mares de internet unos minutos para calibrar el nivel intelectual de una parte de la sociedad, incluso de individuos que se dedican  al mundo de la investigación , una verdadera lástima.

Y en verano la Eurocopa, pan y circo para toda la tropa. 





lunes, 23 de abril de 2012

El día del libro y España


No podía faltar a mi cita de esgrimir un puñado de palabras en uno de los días más importantes del año. Cervantes así lo quiso entre otros grandes de la literatura universal y por tanto hoy me uno a la defensa del día del libro como un amante más de la sacra escritura entrelazada de historias y venidas que marcan en consecuencia las experiencias de la vida. 

Leyendo noticias acerca de la conmemoración de tal estimado día, comencé a reflexionar en un aspecto que realmente es sintomático de la España en la que nos encontramos, y sin quererlo, encontré la solución para salir de todo tipo de crisis que tan de moda se ha puesto en los últimos años, era algo tan evidente que no me he perdonado no caer antes en mi futura petición a todos los políticos que conforman las dos cámaras sepulcrales, perdón, quise decir de representantes elegidos de forma democrática por el pueblo para servirlo en todo aquello que éste necesite, garantizando los derechos básicos para su existencia y bienestar.
Dejando meditaciones sobre el origen de lo que debe de ser un Estado democrático- aunque realmente está ligado con mi reflexión- oteé de forma somera, a vista de pájaro la piel de toro y las islas que conforman nuestra gloriosa nación- gloriosa por los éxitos deportivos de los que se viste el prójimo- y me di cuenta del problema esencial: El día del libro no era jornada de fiesta nacional. Cierto es, que San Jorge y su leyenda hilvana mares de cultura en Cataluña en clave de libro y rosa y al ser patrón del extinto reino de Aragón, todo su territorio se engalana para la ocasión. Pero aparte de ello y ciertas regiones que aparecen en los mapas de los libros de texto, no hay otro resquicio de luz en los que la sociedad que nos conforma como entidad administrativa con rasgos patrios, pueda ausentarse de su lugar de trabajo pues no es día de fiesta nacional. 

Las iniciativas son buenas en todo el orbe de nuestro país- o como quiere usted llamarle- no obstante no es suficiente, sería básico para ser entidad avanzada en los mares del conocimiento y así en la cultura, la cual vertebra los valores que componen al ser humano, que tal día como hoy fuera fiesta nacional y no el 12 de Octubre, cargado de aire expansionista, militarista, con exhibiciones de un ejército casposo a golpes de una pobre cabra que lo único que desea es estar pastando por los cerros de Úbeda- aquellos a los que les gusta tanto irse a los políticos de nuestro país-. Ese es el problema de nuestra situación, hace falta una chisma más para incentivar al personal, y me temo que los medios de comunicación en este día, motivan más la idolatría al libro desde su vertiente física- Algo de lo que ya hablaba G.K Chesterton en su ensayo “Los libros y la locura” – que en el propio contenido de ellos.

Para cerrar el tenderete del día de hoy, sólo puedo cambiar la frase cada vez más citada por una parte de la sociedad española ante los tiempos de crisis de: ah si Franco levantara la cabeza. Por la de : Ah si Lope, Quevedo y Cervantes levantaran la testa. Cuando esto ocurra, me alegraré de ver que el objetivo de cambiar el día de la fiesta nacional por el 23 de Abril estará más próximo.

jueves, 12 de abril de 2012

La necedad política y ética de la sociedad española

Últimamente la ola de medidas tomadas por el gobierno central parece que ha cogido desprevenida a una parte del orgulloso pueblo español, el cual se pensaba que tras la era del Zapaterismo nada podía ir a peor, muchos incluso se comenzaban a lamentar de su voto al Partido Popular, pues las medidas empleadas por el tío PePe empezaban a salpicar de forma negativa a algunos y más de unos tantos que abrazaron a Mariano Rajoy como “Soter” de un gran país llamado España, no obstante, hemos podido ver que las cosas siempre pueden tocar más fondo aún. El problema en esencia de todo esto es la poca inteligencia política de muchas personas que ejercen, o no, su derecho a voto, sobre todo de la gente joven.

Rajoy, en un debate con un amigo suyo de apellido Rubalcaba decía que las medidas que iba a tomar si llegaba a la presencia -más barata de la historia- eran simplemente consecuencia del sentido común. Pues bien, aquí las tenemos, capitaneadas por un tal de Guindos, capitán de nuestro navío, el cual argumentaba ante los medios de desinformación que no ducho en materias navales, era de la firme opinión de que si se acercaba la tempestad había que adentrarse en ella  para superarla  y conseguir los objetivos, abogaba por su sentido común, un “guindilla” tóxico de Lehman Brothers, intentando llevar el rumbo económico de nuestro país. 
Otra medida de sentido común y de lógica para los hombres de Rajoy es meter en el mismo saco legal a los violentos y terroristas con la gente que se manifiesta de forma pacífica sin causar ningún tipo de daño a la autoridad, pero ésta dicho sea de paso puede sacar ojos con balas de goma o pegar mamporros a adolescentes siendo las víctimas de agresiones de la supuesta ley, denunciadas y llevadas a la cárcel, mientras el verdugo queda impune, trasgrediendo además la sacra carta magnánima ilustrísima  de una constitución anclada en otros tiempos que debería ser revisada en clave de progreso, no bajo el pincel de la represión como estamos viendo ahora. 

La lista, como bien saben ustedes, señores lectores, es interminable, aunque me gustaría dar un apunte más, referido a la Comunidad de Madrid y su primo hermano, el Ayuntamiento que rige la Villa. Pues las “Manolas” tienen también todo atado y bien atado. Doña Desesperanza alza el “tarifazo” en el transporte público de la Comunidad de Madrid, la suma de tontos, apretando más la soga al cuello de la gente trabajadora, la que vive en muchas ocasiones al límite, para ellos va el ataque, pues su elitismo no tiene parangón como bien es sabido. Por otro lado, su entrañable amante política, Doña Botellín, se alzará contenta pues gracias a ello más gente cogerá el coche, más contaminación, más consumo, y la boina en aumento, aunque ella lo niegue y todas las noches haga la danza de la lluvia para limpiar los cielos de esta ciudad caduca. 

Tras lanzar algunas características consumadas de los elementos del PePes- y eso que hoy no me metí en los temas de corrupción- queda la reflexión y la terrible pregunta que un entrenador de fútbol- intentó hacer suya : ¿Por qué? 

Será que esto es España y la estupidez humana aliñada con orgullo y egoísmo va en el común denominador de nuestros compatriotas. Realmente puede haber un sinfín de razones, todas dignas de estudio y de investigación- bueno de investigación, “ejem”, verán ya no es posible, cosas del recorte-. Aunque cabría destacar la poca inteligencia política de muchos de los ciudadanos del pueblo español, además de la falta de valores humanos y éticos que visten al mismo. Llega a ser comprensible que las gentes de otras épocas, ancladas en la España del ayer y siempre fieles a un partido político, sigan votando al mismo, considerando, creyendo que éste no ha cambiado, podríamos excusar en cierta medida a aquellos que ya acarician y se peinan en ancianidad y por otro lado, están aquellos que viven en la riqueza y con el PePes les va muy bien- esos que en su vida cogerían el transporte público-. Dos ramas divergentes pero que convergen al mismo voto por una u otra cuestión. 

Lo que resulta incomprensible, es el voto dado por la gente trabajadora, la de a pie, la que desgasta la suela de sus zapatos en el empedrado de las calles, de las familias modestas y la gente joven. Ahí, sale a la luz la poca inteligencia política, la falta de una base moral, de unos conceptos básicos que toda mujer u hombre debería poseer. El PePes no sirve al pueblo, oprime al pueblo, deja marchar sin ánimo de vuelta a las jóvenes promesas en las que el Estado ha invertido tanto dinero. España, se baja los pantalones ante la política Macroeconómica de Alemania y su conjunto bajo el estandarte de una Europa que es pura invención. Los medios están dirigidos por las esferas políticas y aborregan al pueblo, les dan pan y circo para que estén contentos, mientras tanto recorta en los principios básicos para garantizar el Estado del Bienestar: Sanidad y Educación. ¿Esto es evolución? El capitalismo ha muerto y es necesario crear otro sistema en los tiempos que corren, deberían saber los “euro cerdos” (disculpen mi malhablada libertad de pluma) que a los muertos no se les puede resucitar y que si siguen por esta senda seremos el País de Coca – Cola, pues al final empresas y bancos rigen todo a su antojo. 

¿El problema? Los valores, la cultura, la educación de un pueblo irrisorio de putas y charanga, de corralitos e intereses de las autonomías, de ladrones, de incultura, de necios, de farsantes, de amiguitos y botarates. Así, España tropieza tantas veces en la misma piedra, algo comprensible cuando la Historia es denostada por un amplio sector de la sociedad, cuando las humanidades son tratadas como ciencia de segunda y no útil, esa es la clave.  Esa falta de capacidad de conocer nuestro ayer, de reflexionar sobre aspectos que atañen a la figura del hombre y su pensamiento, por la poca lectura y la mucha basura. 

Sea pues el territorio que pisamos pasto de Eurovegas, de gente mansa que no piense, un país de sector servicios, de prostitución y desenfreno, de escasos valores y sin una memoria cultural colectiva. Eso sí, campeones en deportes, que no se diga: ¡España y Ole!