miércoles, 17 de noviembre de 2010

La Memoria Histórica que vende.


Nunca entendí muy bien eso de la ley  de “Memoria Histórica”, no digo el contenido de la misma (aquí no voy a discutir la creación y aplicación de dicha ley), sino el concepto que se le aplica, pues eso de “Memoria Histórica” no casa con la función que se le otorga, es como crear la ley de “los vasos vacíos”  y en vez de vaciar vasos, llenas las tinajas de legumbres, es decir, un sin sentido, al menos de cara al público que es aficionado serio, estudiante,  investigador o docente dentro del campo de la Historia.

Memoria, es el recuerdo de algo pasado, mientras que Histórica hace referencia como es obvio, a la Historia. En conclusión, Memoria Histórica es igual al recuerdo de algo sucedido en el pasado que ya ha entrado dentro de la Historia. La gente del común piensa que algo que le sucedió  hace dos días es Historia, pero se equivoca, en todo caso será “historia”, pues la Historia es una ciencia, el problema es que una gran parte de la sociedad no es consciente de las palabras que utiliza para ciertas cosas, hechos o acontecimientos, aunque claro, dicho problema va a más cuando es el gobierno el que prostituye el valor intrínseco de las palabras, -teniendo a Bibiana Aído de adalid del asunto, la cosa no es difícil-.  

Así pues, la Guerra Civil que se dio en España la centuria pasada, no puede entrar de lleno en el marco de la Historia, pues es una materia que aún está fermentando, no han pasado ni cien años, muchos de las que la vivieron aún permanecen con nosotros, el intento de objetividad es nulo desde España y parte del extranjero, es necesario esperar, pues los engranajes han de hacerse poco a poco, y los historiadores que han de escribir la Historia aún no se hallan preparados para hacer un análisis riguroso y científico de aquella España. 

La relevancia de algo es proporcional a lo que venda, y la Guerra Civil Española de 1936-1939 y todo lo que le rodea es líder en el sector. Algo tan simple como poner  “Guerra Civil Española” en el buscador de Google nos da la respuesta al peso de la misma en la sociedad actual.  Ese pasado reciente que aún anda en el sastre de la Historia, es arma empleada por los políticos, los medios de comunicación y el mundo de la literatura para vender a espuertas, remitiendo la Historia de un territorio  y una serie de entidades a lo acaecido en menos de cien años atrás.  

Por ello, para hacer algo de justicia a la memoria de esta piel de toro en la que habitamos y en definitiva a nuestra Historia, he decidido dar un somero repaso a algunas de las Guerras Civiles que se han dado en la parte de la Península Ibérica que nos corresponde, las cuales, la gran parte de la sociedad española desconoce por completo. 

1.- La escena de guerra de Covacha del Roble.
 Y es que eso de darse mamporros con el vecino ha sido algo que ha ido ligado al hombre desde tiempos inmemorables, así pues, tenemos grandes ejemplos en nuestra Prehistoria, véase en el arte levantino la representación de “La Escena de guerra de la Covacha del Roble” (1)   hallada en Morella la vieja ( Castellón). Avanzando en el tiempo, ya cuando el metal era soporte del armamento, tenemos al este de la península, en la Oliva (Valencia) un gran vaso con representaciones guerreras(2) . Los pueblos Prerromanos, sus jefaturas se daban para el pelo con el de al lado en muchas ocasiones. Vacceos, Vetones, Carpetanos, Cántabros y un largo etc.…  estaban armados hasta los dientes y no para matar animales precisamente.  

2.- Vaso con representaciones guerreras.

Si continuamos por este recorrido cronológico, en la Edad Media tenemos las grandes disputas por el territorio por parte de los Reinos cristianos que repueblan la península tras la ocupación del Islam. Así vemos un capítulo por la disputa de la Rioja por medio de  Sancho II de Castilla y Sancho Gárces de Navarra.  Tras los reyes Católicos asistimos a los famosos episodios de Juana  mal llamada la “Loca”, los Comuneros y Germanías contra el reinado de Carlos I De España. Tras la dinastía de los Austrias, vino la Borbón, pero eso vino dado tras la conocida “Guerra de Sucesión”, proclamándose Felipe V como rey de España. Y si seguimos estas pequeñas pinceladas a los conflictos internos que ha tenido este país, ¡Qué decir de las Guerras Carlistas” que ocuparon gran parte del siglo XIX debido a la muerte de Fernando VII y la delegación del gobierno en su hija Isabel bajo la batuta de su madre María Cristina, algo que no le gustó mucho a Carlos de María Isidro, hermano del rey muerto.

Doña Juana la Loca. Realizado en 1877 por  Francisco Pradilla.
Esto son sólo algunos conflictos que han dibujado la Historia de lo que ahora conocemos por España, el problema es que no vende y no interesa. 

Una ley de Memoria Histórica por lo cual, me suena más a  una apuesta de un gobierno por recuperar el pasado de su país, invertir dinero en proyectos y en equipos que trabajen todas las épocas que han bañado España, en reconstruir su historia. Lo que conocemos como tal debería de haberse denominado de otra manera. 

 No es ser puntilloso, es ser preciso y justo con la Historia de un país que parece que sólo tiene cien años de vida para muchos, y lo que está más allá son brumas con ecos de algunos reyes de los que se conoce sólo el nombre y algún monumento.  


Batalla de Peñacerrada  20-22 de Julio de 1838

Hay un pasaje de un grupo llamado Warcry que reivindica la memoria de España, su historia, fuera de todo contexto político. Y reza así: “No se ve  la historia sólo cien años atrás, la historia de un pueblo se escribe en la eternidad”.

Ya basta por hoy.

lunes, 1 de noviembre de 2010

El poder de las palabras.


Concatenación de letras, figuras en el aire, efímeras, amoldadas por la boca que se desprende de ellas, dejándolas vagar por el espacio hasta llegar a los oídos de uno o varios individuos. Las palabras son la llave de los sentimientos del ser humano, la espada que arranca la vida, el puñal que hiere, la conquista soñada y los besos dados cuando la luna muere al florecer el alba. Las palabras son la sabiduría, la necedad ignorada, los corazones rotos y la esperanza dada. Las palabras son sueños, doble filo de navaja, la inspiración del poeta, la traición que mata. Las palabras son el todo y son la nada, pues su poder es el infinito firmamento que el cielo de constelaciones baña.  Las palabras son engaños, mentiras y falacias, máscaras mezquinas de oscuridad vana. Las palabras son la luz que maneja nuestras almas, hilos invisibles ante los ojos de la conciencia humana. 

Palabras, fuente ilimitada poder, depende de la lengua que las trata, podrán ser peones en tablero o la reina que domina y manda.