sábado, 31 de diciembre de 2011

Se acerca un nuevo año


El tiempo medido en compases de suspiros cortados, llámense meses sobre una pared de un blanco ahogado. Promesas que se alzan despuntando ilusiones grises, voces que menguan al traspiés de unos pasos dubitativos que intentan dejar huella en todas las orillas del mundo. Y ahora contemplo sentado desde la montaña más alta aquello que dejé atrás, comienzo a comprender las ojeras que dibujan mi rostro en aquél espejo posado sobre la tierra húmeda. La  pluma necesita mojar su gaznate, más tinta, más folios vacíos para escribir, más anotaciones que realizar en algunos que aún se hallan medio vestidos por la impronta de los sueños.   

Feliz año 2012.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Maldita España


Tú miserable furcia de garrafón desmesurado, ¿dónde vas tan puta con fachada de Estado? ¿Acaso te crees dueña de la voluntad de un pueblo ahogado? Falsa arpía de políticos aclamados, de corrupción y avaricia. España embustera, de analfabetismo altivo, tú que premias al pelota, al trepa y come traseros, tú que vales el cero a la izquierda en el panorama internacional, ¿a qué juegas sociedad borrega de tarifa de datos? Maldito país de corral, de patetismo ilustrado y telebasura, ojalá revientes y te pudras en lo más profundo del abismo, pues ese es tú destino ya que prefieres dar trofeos a becerros e ignorantes que estrechar la mano a la generación más preparada hasta el día de hoy.  España de fútbol, tú que permites que las diferencias sociales sean cada vez más amplias, ¿dónde está la dignidad que un día tuviste? ¿Dónde está el pueblo que vertió sangre en revoluciones?

Por suerte, algo comienza a moverse y quizá aún no esté todo perdido, benditos vosotros que estáis al pie del cañón, vuestra voz, nuestra voz ha de seguir recorriendo las calles, de una manera u otra, y que sepa la generación maldita, aquella de los “padres” que la cuerda está a punto de romperse y nosotros, somos el relevo de aquellos “abuelos” que lucharon por su libertad, cuya ética y moral no se vertían en contrato temporal y la lucha y el esfuerzo se recompensaban.  ¿Generación perdida? Aún podemos cambiar el sistema y tú puta España espabila, pues si nos dejas marchar, mañana sepultada quedarás.

No seré políticamente correcto para los mea pilas, pero a estas alturas de la película le pueden tomar el pelo a su puta madre.