lunes, 28 de junio de 2010

La mirada de la sabiduría

Labios amargos con sabor de café, ojeras marcadas empuñando el rostro, pasos lentos sobre las aceras grietas. Así caminaba hacia una de las citaciones más importantes que he tenido hasta el día de hoy. Toc toc, un adelante y saludo cordial tendiendo la mano a un personaje cuya relevancia ha sido y es de un calibre superior a lo que se puede imaginar en el mundo de la Historia.


Al fin lo conseguí, tenerle frente a mí, en su despacho- amplio, paredes envueltas por palabras de fondo blanco, mientras un ligero hilo musical se colaba por mis tímpanos, “radio clásica” sin duda, partituras susurrantes, de fondo, sólo para solaparse ante el sonido de los despachos contiguos- en su mesa de trabajo descansaba un libro, sólo atisbé a ver que se encontraba en castellano, lo dejo de lado y me miro, tras lo cual la conversación arrancó de manera sencilla, sin alardes ni vueltas de tuerca, al grano como dicen por estas tierras.


Veinte minutos fueron necesarios, y mis dudas resueltas, la comisura de mis labios se tornó ascendente, ligera sonrisa, por estar allí frente a un hombre de gran sapiencia y también por disolver las cuestiones que se planteaban en mi cabeza, ciertamente la decisión estaba ya tomada, no obstante, era el empujón necesario, ese aliento vital de la experiencia, del soldado que luchó tanto tiempo en este frente y aún se mantienen en pie, condecorado por una larga trayectoria de estocadas y disparos certeros.


Decisión tomada, vuelta al apretón de manos, y la promesa de mantenerle informado de mis pasos. Tras cerrar la puerta, se dibuja ante mí otra, un reto, un gran proyecto en forma de Tesis doctoral, una aventura sin igual, con nombre propio, que tiemble el mundo académico, ha llegado el momento de mover los pilares de la Historia.

miércoles, 23 de junio de 2010

Shelley y Ozymandias


--> Percy B. Shelley en el cuadro de Severy Los baños de Caracalla

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Percy B. Shelley fue una de las figuras más relevantes del romanticismo inglés (1792-1922). A pesar de morir joven, nos dejó un legado de gran calibre. Sobre todo, representa ese movimiento que envolvió gran parte del Siglo XIX que mencioné anteriormente. La evocación de pasajes perdidos, vestigios, ruinas que despiertan bajo los mármoles caídos, una serie de pueblos e imperios míticos, cuyo hilo de voz vuelve a coger fuerza a través de personajes como Shelley.

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Percy jamás visitó Egipto, pero no le hizo falta para componer unos versos dedicados a la figura de Ozymandias, nombre con el que se conocía a Ramsés II. Así vemos que dicho monarca aparece mencionado en Herodoto y Estrabón, concretamente en coalición con los Colosos de Mennon, pues historiador y geógrafo de la antigüedad decían que entre ambas, había una figura aún mayor, la del Gran Ozymandias.









Grabado de David Roberts en su viaje entre 1838-1839: "
Las colosales estatuas en el llano de Tebas durante la inundación del Nilo".









Tras esta ilustración realizada por David Roberts, podemos poner sobre la mesa un testimonio de gran riqueza, pues dichos colosos ya no reinan el llano de Tebas. Nos dice Vivant Denon en su Voyage. 1802 “Sobre la pierna de la otra figura puede verse, en caracteres griegos, los nombres de los ilustres viajeros llegados al pasado a escuchar el canto del coloso Memnón. Podemos comprobar aquí la influencia que la celebridad ejerce sobre la mente de los hombres ya que, cuando el gobierno del antiguo Egipto y el celo de los sacerdotes levantó la prohibición de que los extranjeros tocasen los monumentos, el amor hacia las maravillas mantuvo su poder sobre las mentes de quienes visitaron estas estatuas”
La fuente de inspiración de Shelley fueron las piernas de una estatua perteneciente a Ramsés II, albergada en el Museo Británico de Londres. Tras ellas, se dejó llevar por su imaginación y lecturas, para esgrimir estos versos que ahora contempláis:

OZYMANDIAS REY DE EGIPTO (VERSIÓN EN CASTELLANO):
A un viajero vi, de tierras remotas.
Me dijo: hay dos piernas en el desierto,
De piedra y sin tronco. A su lado cierto
Rostro en la arena yace: la faz rota,
Sus labios, su frío gesto tirano,
Nos dicen que el escultor ha podido
Salvar la pasión, que ha sobrevivido
Al que pudo tallarlo con su mano.
Algo ha sido escrito en el pedestal:
«Soy Ozymandias, el gran rey. ¡Mirad
Mi obra, poderosos! ¡Desesperad!:
La ruina es de un naufragio colosal.
A su lado, infinita y legendaria
Sólo queda la arena solitaria».
( Trad. Fernando G. Toledo)

El funeral de Shelley, por Louis Edourad Fournier 1899.

lunes, 7 de junio de 2010

martes, 1 de junio de 2010

Acoso y derribo

Hay cosas que se salen por la tangente y que rozan la paradoja de lo absurdo. Os aconsejo que no caminéis por las calles más transitadas de Madrid, no ya sólo por las masas que recorren sus arterias a cada instante, sino por los acosadores, esos que hacen que uno al principio de la película se sienta culpable, mal y poco solidario, sin embargo, caes en la cuenta que si te haces socio de toda ONG y derivados, tendrían que hacer una para la propia subsistencia de uno. El problema no es el fin, son los métodos que se aplican, no es de recibo pasear por esas calles y que a cada suspiro te cojan por banda y tras cuatro “noes” uno se cansa oiga, pasa del sentirse “poco solidario” a bramar a las furias si es necesario.


No me entendáis mal, evidentemente las ONGS hacen una gran labor y son necesarias, eso es innegable, pero hay más medios para publicitarse y si uno quiere colaborar lo hará sin lugar a dudas. Por otro lado, yo que sé de lo que hablo, os lo puedo asegurar, las ONGS es un negocio más, he visto a “jefes” alardear de la “pasta” que se gana por socio, las técnicas para captar “clientes” y un largo etc. (al menos una parte del dinero va para obras sociales)

Aquí no acaba la cosa, ya no es sólo el pasear por la calle, también es vía telefónica, aunque ahora estemos hablando de compañías que te hacen ofertas referentes a las telecomunicaciones, todos los teleoperadores son del otro lado del charco, y sinceramente, en ocasiones no entiendo ni un cuarto de lo que me dicen, pues el mundo vive de acentos y aunque hablemos la misma lengua, la riqueza es tanta que ciertas expresiones te pierden. Lo peor de todo, son las horas que eligen para la emisión de llamadas, sin respetar la franja horaria, ya sólo queda que llamen a un domicilio a las cinco de la mañana y te hablen tan tranquilos sobre el paquete de internet y los móviles con pantalla de neón.


Ya sólo queda que aparezcan por la puerta del cuarto de baño mientras uno hace sus necesidades, aunque yo ya le he puesto remedio, pues en la tienda de al lado de mi casa venden papel higiénico con lemas, uno de ellos dice “Papel solidario, Te deja el culo pulcro y fino como un querubino”, mientras que el otro reza; “Cambie a letrinas González, y mientras se alivia, hable vía web con su puta madre”.